Nos cuesta leer y los medios lo saben

A más de uno aquí presentes les encantaría gritar eso de ¡paren las rotativas! Pero el futuro del papel en los medios de comunicación sigue siendo un debate casi a la par con los últimos de investidura: repetitivo y perdurable en el tiempo. Dejando el papel a un lado, la realidad es que los medios han cambiado y lo continúan haciendo. En este último año hemos visto contenidos cada vez más visuales, simples y basados en mensajes clave, dirigidos a una población que no tiene tiempo para leer y salta de web en web. Fenómeno en aumento con las nuevas generaciones de nativos digitales.

Según los estudios del MIT (Massachusetts Institute of Technology) somos capaces de procesar imágenes hasta 6.000 veces más rápido que los textos, al igual que recordamos el 80% del contenido visual que recibimos. Por el contrario, nuestro cerebro solo recuerda el 20% del contenido textual. Si sumamos esta base biológica al desarrollo de las nuevas tecnologías, la velocidad con la que navegamos por internet y la importancia que ha cobrado la imagen en las redes sociales como reclamo, ¿cuál es el resultado? Medios del carácter de Playground.

La revista Playground Mag es una publicación online dirigida sobre todo a un público joven con un fuerte poder visual. Las imágenes y los videos tienen un gran protagonismo en su web y en las redes sociales, siendo uno de sus puntos fuertes los videos informativos de entre uno y dos minutos. Píldoras informativas con la información resumida en mensajes clave y que juegan con el color, la imagen y la importancia de la estética. Los editores de la revista dirigen sus contenidos, en gran medida, a las nuevas generaciones que han crecido con una mente multipantalla. Capaces de saltar de unos links a otros prestando atención de forma superficial a lo que leen. Son así los contenidos audiovisuales los que consiguen captar su atención. 

El auge además de las redes sociales audiovisuales, como Instagram o Pinterest, demuestra el mayor interés de los usuarios por la cultura visual. Los medios consiguen así un mayor feedback por parte de sus lectores a través de recursos audiovisuales que con extensos textos. También a causa del ritmo que la sociedad impone. Otro ejemplo de ello son los gif, que funcionan como los brillantes para las urracas.

Estos argumentos están provocando que, los medios de comunicación que conocíamos como “tradicionales”, se sumen a las nuevas corrientes. Aunque, al modernizar sus web la mayoría de medios se convirtieron en plataformas multiformato, es ahora cuando más juegan con la imagen y el reclamo de los videos cortos, cuya producción no conlleva casi tiempo ni coste. Así, si revisamos el Facebook en el trayecto de metro podremos confundir la fan page de La Vanguardia o El País con revistas como la ya mencionada. El éxito de la estrategia se encuentra en cautivar a diferentes tipos de públicos objetivos. La combinación de diferentes formatos promueve que los usuarios de las redes sociales y lectores de los periódicos enlaces a las diferentes noticias. Y con suerte y según el tema, los editores consiguen que esos escurridizos nativos digitales lean reportajes de mayor profundidad.

Así que, como ya  hemos destacado en Duomo, las nuevas tecnologías nos traen más y más cambios sociales que afectan también a los medios de comunicación. Cambios positivos que no deben perder de vista la defensa de la información y la búsqueda de la honesta subjetividad. Aunque si algo no cambia es la necesidad de consumir información.

Abigail Rodríguez

Social Media Strategist